Estoy enferma.
Desde hace varios meses siento un extraño cosquilleo a la altura del estómago. Todo comenzó con una pequeña punzada, al principio parecía sobrellevarla, sin embargo, ese diminuto dolor proliferó.
He ido con un doctor.
- En las noches me acechan repentinas bajas de presión acompañadas siempre de un aumento en mi temperatura corporal.
-¡Mmmm!
- Me falta el aire, el pulso se acelera y en ese momento siento el cosquilleo a la altura del estómago.
-¡Mmmm!
- No he dormido en semanas. Sufro de lapsos eufóricos.
¡Doctor! ¿Qué tengo? ¿Es grave? ¿Tiene cura? ¿Moriré?
- Calma. Todo parece indicar que un gusano se alojaba en un pequeño rincón entre el torax y el corazón. Se desplazó hasta su estómago porque sencillamente se le dio la gana. Ahí tejió su capullo y se convirtió en el bicho volador más colorido de su estómago. Ese pequeño bicho ahroa es el líder de todo un ejercito de bichos voladores que habitan dentro de su estómago.
No es grave, no morirá y la cura es muy simple. Una pequeña dosis diaria de besos otorgados por aquella persona que con solo pensarla o sentirla hace que el ejercito de mariposas se mueva.
¿Mi diagnóstico? Sufre de maripositis por enamoramiento.
Dedicado a aquel que hace que el ejercito de mariposas se mueva con tan solo decir su nombre
No comments:
Post a Comment