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Saturday, April 30, 2011

Niños

¡Feliz día del niño!

Les desea con cariño, mi amiga, mi niña interna, mi reflejo, mi niñez. Yo.

Tuesday, April 26, 2011

Encontrando el camino

"Lee la introducción y encontrarás el camino" me dijo
Sandra Cisneros en febrero de este año durante la 6ta Conferencia Internacional de Escritores en San Miguel de Allende a la cuál acudí gracias a una beca, otorgada por Universia.

Las palabras de esta escritora chicana autora de La Casa en Mango Street estuvieron guardados en mi memoria por un largo rato. Tengo tantos libros por leer que su libro, aquél que adquirí en la conferencia había estado esperándome desde aquél entonces en mi librero. Ayer a las 2.30 am terminé de leer a Murakami y hoy me tocaba elegir un libro nuevo, miré hacia la pila de libros "en espera" y fue este librito de pasta suave color verde con una casa naranja dibujada como portada que me llamó nuevamente.

Estaba tumbada en mi cama leyendo. La introducción es muy ligera, tanto que mis dedos se posicionaban rápidamente al final de cada página para dar la vuelta antes de que mis ojos pudieran terminar la última línea. Ella lo dice: hoy en día la gente esta tan ocupada trabajando que merece "cuentitos hermosos" porque no disponen de mucho tiempo y a menudo se sienten cansados y así simplemente se imagina un libro que pueda abrirse en cualquier página y aún mantenga el sentido para un lector que no sepa que sucedió antes o qué viene después.

Con la simple introducción me ha atrapado. La oración que me dijo aquella tarde en la mágica ciudad colonial de San Miguel de Allende retumbó cuando terminé de leer la introducción y recordé:

-Me gusta escribir cuentos infantiles, le dije.
Ella sonrió, "lee la introducción y poco a poco encontrarás el camino".

Y así fue, no solo para escribir "cuentitos hermosos" como ella los llama, sino para darme cuenta que ella también fue una rebelde, que enfrentó sus miedos en pro de la superación, me sentí tan identificada cuando cuenta que su padre quien quería verla casada y con hijos, ella dice que no es tiempo que quizá después pero hay tantas otras cosas en la vida que tiene que hacer primero; viajar por ejemplo, aprender a bailar tango, publicar un libro, vivir en otras ciudades, ganarse una beca, ver la aurora boreal entre tantos sueños más.

Hoy, sentada frente a esta computadora en mi cuarto rodeada de corazones de latón, hadas, cámaras, fotografías, cuadros, discos y películas me siento confiada, confiada de que he logrado llegar a un punto clave en mi vida, de que día a día me superaré a mi misma y es que en verdad nunca pensé que el camino me llevará tan lejos. He escrito pocas cosas, nada serio ni en forma (además de este blog) y la crónica sobre el terremoto de Chiile que me ayudo a tallerear mi amiga y poeta Claudia Posadas publicado en una página web. Sí, lo sé trabajo en una redacción para una revista del ramo turístico y he hecho cosas interesantes pero nada que pueda llamarse "obra" para publicarse en un libro de "pasta dura" como diría Cisneros.

Por otro lado, tampoco hago menos lo que ya he hecho. En el taller que ofreció Mónica Lavín, escritora mexicana y autora de Yo la peor, el primer capítulo de Romina recibió muy buenas críticas. "Me parece que es un muy buen primer capítulo". Sí, el Premio Iberoamericano de Novela Elena Poniatowska dijo eso sobre mi capítulo. ¡Qué orgullosa me sentí!

En cuanto a cuentos infantiles, bueno, creo que el periodo en el que mi corazón escurría sentimiento fue la clave para escribir El Dragón que se comía los cumpleaños, y aunque la persona a la que le escribí aquel cuento que me llevó noches enteras de insomnio y desvelo no dijo ni una sola palabra, muchas otras que lo leyeron no dudaron en decir que el cuento era muy bueno.

En esta vorágine de sensaciones y sentimientos, he llegado a la conclusión que debo seguir escribiendo.

Gracias Sandra, porque esa introducción, sin duda me mostró el camino.

Monday, April 25, 2011

Atravesando.

De pronto miré atrás y muchas cosas llegaron a su fin. La mayoría de ellas sin darme cuenta, otras tantas con precisos e indoloros finales.

No sé si el destino me fue preparando, -yo creo que sí-, no fue una coincidencia que justo cuando llegué al climax del ahora uno de mis libros favoritos; “El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas” ahí donde se comenzaba a hablar de un sentimiento de perdida, yo misma estuviera experimentando ese sentimiento a flor de piel.

Inconscientemente comencé a desligarme de todo a lo que estaba apegada, sobre todo a mi trabajo y a mis amigos ...los nuevos amores… bueno, sí, también un poco, yo misma sabía que no durarían mucho son amores pasajeros, extranjeros, muy bonitos y perfectos para ser duraderos.

Comenzaré con el Cuento de Hadas ruso, de esos hombres cuasi perfectos que llegan a tu vida. Sin esperarlo apareció un alto caballero con acento extranjero que incitaría a cualquiera a pedir una, dos hasta tres botellas de vodka como lo hacía en los buenos viejos tiempos. Me sentí la mismísima Anastasia Nikoláyevna Románova, -recuerdo de una princesa perdida en la memoria histórica mundial-, sus besos me hicieron olvidar gran parte de la crisis existencial de meses pasados. En definitiva él no llegó para quedarse, al contrario, llegó para darme una prueba fehaciente de que lograré obtener lo que deseo y que finalmente llegará a mi vida el hombre que quiero y que necesito, mientras tanto, esta historia se terminó. En algún momento supuse que habría una despedida y no la hubo, cuando me di cuenta su estado en el mensajero marcaba “in Singapore”.

Y es que no se puede lidiar con miles de kilómetros interpuestos, como dije, al final no hubo despedida. Se fue sin avisar. ¡Muy bien hecho! porque de haber sucedido lo contrario seguramente después de la magistral despedida hubiera llorado por días.

Poco después y con el ruso a ya del otro lado del mundo, en una ciudad más cercana; la nuestra, mi trabajo como relacionista pública también llegó a su fin aunque debo aceptar que el finiquito de este fue un proceso más difícil que el del "amor".

Decir adiós a mi trabajo no solo significo ver por mi futuro y retomar mi carrera en una redacción, cosa que extrañaba a montones, también representó el triste adiós con esa nueva familia laboral que había formado, a mi jefa que más que jefa es una gran amiga, a mis compañeros con los que viví más de un año compartiendo experiencias y momentos gratos y aunque sé que los veré nuevamente porque esa amistad sigue en pie, el hecho de no verlos diario me causaba un gran conflicto. No fue hasta que abracé a mi amigo Erick el miércoles pasado para despedirme -el último día- que me dí cuenta de lo mucho que los extrañaría.

Hoy lunes 25 de abril después de unas anheladas vacaciones me doy cuenta que soy libre, que emprendo nuevamente el andar con más estrellas a mi espalda (mis amigos, compañeros, amores, experiencias, logros y sueños). Leía por ahí que: "no es fácil decir adiós. Sin embargo, nos hemos de despedir para seguir adelante, para dar la bienvenida a una nueva vida, una vida sin ese alguien que tanto significó para nosotros", me doy cuenta que atravesar por ese sentimiento de perdida es mucho más fácil si te dejas guiar por esas pequeñas y a veces imperceptibles señales que te da la vida.

Hoy atravesé el espejo.

Friday, April 1, 2011

Tus pies

Soñé con tus pies.

¿Cómo?

No sé, ni siquiera los conozco aún después de tanto tiempo de conocernos, de amarte tanto y de no comprender qué fue lo que paso.

Sin embargo, tus pies me han dejado la curiosidad de investigar su significado. Esto fue lo que encontré.

Soñar con pies, significa que su vida va a cambiar por completo (un viaje, cambio de ciudad, el trabajo etc...)
Soñar que mira unos pies que no son los suyos, significa que mantendrá sus derechos y que sabrá hacerse un lugar en el mundo, en el bando que Vd. se merece.


En definitiva, mi vida estará llena de cambios las próximas semanas y por supuesto mantener mis derechos me hará conservar el lugar en el mundo que me he ganado.

Puedo decirte que en definitiva me gustó soñar con tus pies, reírnos, mirarnos como si el tiempo se hubiera congelado y nada hubiera pasado.

Para ser sincera; lo que más voy a extrañar de este lugar es a ti.