Hace muchos años caminaba por las calles del centro histórico y me encontré con un pequeño pasaje medio "hippie" en la calle del Salvador, decidí entrar y ya saben tal cual "mexican curious" chachareando en todos los puestos en los que encontré desde collares hechos con hilos de colores, tejidos peruanos, gorritos, bolsas de tela tipo "tote", aretes para la nariz, panza, oreja, pulseras e infinidad de curiosidades, sin embargo un local llamo mi atención.
Me parece que en realidad no fue el lugar, sino el hada que habitaba en ese lugar, me acerque la tome y la lleve a casa después de una serie de instrucciones que la vendedora me dio, que sí había que ponerla en agua y del lado izquierdo de mi cama... bla bla bla... la lleve a casa y si efectivamente limpie el cuarzo como suelo hacerlo, ya saben como es esto de remover la mala vibra, y la deje ahí... por un tiempo junto a mi cama.
Una noche decidí pedirle salir con alguien que me gustaba y sin más cumplió lo que yo pedí, como muchos de ustedes saben me duró poco el gusto porque el señor decidió partir de este mundo verdad, cosa en la que no ahondaré porque no es tema de este blog. De cierto modo puedo decir que no me enoje con ella o con lo que había pedido simplemente en mi periodo azul decidí guardarla en un cajón, y ahí permaneció hasta que...
Hasta que una noche soñé que abría el cajón y me decía: ¿Hasta cuándo me vas a sacar de aquí, ya es hora no? y si la verdad es que ya había pasado mucho tiempo y la saque y vivía en el olvido.
Poco tiempo después entre a TMG si muchos saben qué es, el mismo infierno y en una época en donde estaba un poco confundida una de mis nuevas becarias Jou para ser exactas me dio una pequeño frasco relleno de diamantina rosa con un curioso tapón de corcho (si vieran lo diminuto que es dirían lo mismo), lo más curioso es que no estaba relleno de simple diamantina, que equivocada estaba; !!Eran polvos de hada!!.
Y así paso el tiempo hasta que llegaron mis alas, sí, las de la espalda y todas mis amigas comenzaron a pedirme que aventara polvo de hadas, que si para la suerte, que si para el amor, que si para la chamba, para todo querían polvos de hada y decían que me rascaban las alas aushhh.. que dolor, en fin yo proseguí mi camino echando polvo de hadas por doquier.
Un día decidí volver a sacar a pasear al hada aquella que vivía en el olvido y la lleve a pasear en mi bolsa para que conociera a un chico que me interesa mucho, cual fue mi sorpresa que al llegar a casa el hada se había roto, se separo de su cuarzo, pero ella no sufrió ningún daño, ¿habrá sido tanta la energía? no lo sé, simplemente paso.
Las semanas siguientes decidí echarme un poco de polvo de hadas, si a mis amigas y conocidos les había funcionado, ¿por qué a mi no?...
Y si un día de esos en los que estaba más de la re-chingada cuando ya me había propuesto distanciarme y mandarlo a la banca... los polvos de hadas hicieron su trabajo.
Me parece que de hoy al martes, los llevaré conmigo, espero pronto mejoré el efecto!..
Bk... Happily Ever After
P.D. Digase que estos son los culpables:
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