Hasta el día de hoy no había podido descifrar el por qué parezco intimidar a los hombres pero creo que este mismo día mi mente se ha despejado y ahora tengo una teoría.
"Cuenta la leyenda" -porque no lo sé de cierto- que tengo un admirador secreto desde hace ya casi un año. Este sujeto al que llamaremos "colega" me ha visto en millones y millones de ocasiones además es amigo o conocido de mis amigas a quienes en un principio les preguntaba por mi.
El caso es que ha pasado un año y en esas ocasiones en las que nos vemos, el huye -sí, ya sé ¡que horror que hago que los hombres corran!- a eso agreguen que cuando estoy cerca o hablando con mis amigas y ellas lo saludan, el sujeto jamás se presenta, jamás saluda, jamás exclama un hola ¡jamás nada! me salta olímpicamente. ¡Ay, no mamen! con perdón de la expresión pero chicos, juro que soy la persona más inofensiva en el mundo, osea puedo hacerles caras horribles, no hablarles, ignorarlos pero en el fondo sé que los amo con todo mi corazón y no deben tenerme miedo ;)
Hablando en serio, acepto que soy especial y que como alguien alguna vez me dijo traspasar las barreras que yo misma he puesto es muy difícil y es que eso en mi cabecita es como en un cuento de hadas "mi yo interno" está encerrado dentro de un castillo con miles de obstáculos que el valiente y gallardo príncipe tiene que vencer para rescatar a esta doncella.
¡Nah!
Bueno, continuando con el caso del colega, hoy paso algo extraordinario que me sorprendió. Una amiga nos presentó muy informalmente, él sonrió apenadisimo y me extendió la mano. LEYERON BIEN ¡ME DIÓ LA MANO!
Cuando le conté a otra amiga me preguntó: ¿pues qué tiene 15 años o qué? y ahí mi mente se iluminó.
Cuando le conté a otra amiga me preguntó: ¿pues qué tiene 15 años o qué? y ahí mi mente se iluminó.
Y no es que el colega me guste, la neta no y llámenme anticuada pero ¿es tan difícil que si una chica les gusta se acerquen, se presenten como deben y que algunas ocasiones después nos inviten a tomar algo? ¿ES DEMASIADO PEDIR?, igual si el colega lo hubiera dicho ... igual hubiera tenido una oportunidad.
Llegué a la conclusión de que sigo en espera de que Mr. Right llegue sin miedo a nada a decirme ¡Hola soy ______ y quiero conocerte/salir conitgo!
¡Ya veremos!