Hoy por casualidad, entré al cuarto de mi hermano buscando unos papeles, cuando al llegar a su escritorio, ahí estaba, su envoltura maltratada por los años pero el material intacto.
No sé ¿cómo?, ¿cuándo?, ni ¿por qué?, el hecho es que estaba ahí, de inmediato recordé cuando sentadas en el comedor acompañadas de un vodka hablabamos del amor o el desamor, de las aventuras del día, de los jefes bipolares o de cualquier otro tema que se nos ocurriera. Recordé también el día en que fuimos a aquel Karaoke y cantamos, al parecer, con el alma porque tres señoras ya entradas en años nos aplaudieron llorando y de pie.
No cabe duda que recordar, es volver a vivir.
1 comment:
Sniiiiiiiiiiiiiiiiffff...
un ataque de nostalgia.
¡Salud, por los tiempos, tal vez no mejores, pero sí muy chidos!
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